Hay ojos que,
En un repicar al despertar,
Padecen insolaciones
Al comprobar
Que el amante amado
compañero de juego
Yace sin rechistar a tu verita,
Y es verdad,
Que esos ojitos fulgurantes
Que te ciegan y postran,
No tienen ganas de ahogarse
Hasta que se desvanezca la reyerta
Con frialdad.
Octubre 2009
En un repicar al despertar,
Padecen insolaciones
Al comprobar
Que el amante amado
compañero de juego
Yace sin rechistar a tu verita,
Y es verdad,
Que esos ojitos fulgurantes
Que te ciegan y postran,
No tienen ganas de ahogarse
Hasta que se desvanezca la reyerta
Con frialdad.
Octubre 2009
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