domingo, 1 de agosto de 2010

Las tres ultimas paradas


Una vez viendo el debate de la Noria (porque señores, alguien tiene que reconocer que es audiencia) me indigne en exceso. De esas veces, que te ries por no tirar palomitas (a modo de protesta) a la pantalla del Mini Estadi. Carmele Marchante, PopStarQuuen con su reino calado de arreglitos caros de cara y encantamientos de notas de himnos catalanes, aseguro que los taxistas eran los peores profesionales. Oiga, que huelen mal. Y que quereis que os diga, que parece ser que le agredieron en Sevilla uno del gremio, y yo que me alegro!

Los taxistas, con coche a modo de casa, son fantasticos profesionales del entretenimiento. Aquellos desahuciados del transporte público que nos vemos en obligación de cogerlos con copitas de mas (y de menos) somos autenticos ases de la convivencia de los 20 minutos (Marina-puerta de casa).

Anecdotas no faltan, desde el pelao veinteañero con el que me apunte a un Campus en verano y fue un bonito y gratis reencuentro, pasando por el ultracreyente que con canciones de misa y mil virgenes en guantera creyo oportuno llevarme al camino de Dios. A buena encontro!

Recuerdos. Canjeados por un monton de tuneles, escaleras mecanicas y cintas transportadoras. La historia cambia, se reconstruye y se plantea. Con birra en mano, es menester cambiar el desarrollo comico de las escenas de taxis por el de las ultimas tres paradas de la linea azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario