La ropa de gorda, es una mierda. Es una especie de moda para mujeres que van al Bingo y al Imperator los fines de semana, y que se pintan los morros saltándose cualquier tipo de línea que le vengan en los labios. Era una niña recién metidita en la edad del canasto, con ropajes anchos de folclórica al estilo Masiel. Un panorama.
Estuve durante muchos años yendo a la psicóloga porque era gorda. Acomplejada no estaba, la verdad, pero a mi santa madre se le metió en la cabeza que me iría bien sesiones de subnormal explicándome que los gordos somos peña normal. Yo iba ilusionada, porque esos días la mami mía me invitaba a desayunar. Mente de gorda, visiones de comida. No tiene más. La psicóloga me mando a unos grupos, con muchos gordos en conjunto, para que entre nosotros nos cagásemos en la sociedad delgada de la televisión y moda. La terapia de Sánchez Arévalo era algo parecida. Me enamoré de un gordo. Y los dos puestos a dieta por los endocrinos de la Vall d'Hebron quedábamos para comer helados, hartarnos de donuts y de paso darnos un par de besos. Lo de los besos era lo de menos. Yo encontré un chico que comía más que yo y eso me hacía sentirme sexy y delgada.
Acabé hasta los cojones. Qué leches me van a decir a mí, cuatro delgados licenciados en Freud de la ansiedad, los complejos y la antisalud. Corría de casa al bus ( al lado está) y era Camacho. Un gordo es consciente de que es gordo. Dejé las absurdas sesiones. Dejé a mi compañero de grasas sentimental, y vaya fue lo mejor que hice.
Un fin de año mi padre me dijo: “ si adelgazas 20 kilos te llevo al Botafumeiro” y yo, como buena gorda, durante un año me lo tomé en serio. Y todo, por una apuesta de comida. Se me metió en la cabeza el restaurante toca cojones de pijos que dejan el coche en medio de Mayor de Gracia porque ellos lo valen.
Es decir, yo adelgacé porque quería comer.
Mira tú que simple.
Eres la polla. La de Rocco Sifredi si quieres. O sea que larga aparte de gorda ( ¬¬ visto el post), ¡más que el hambre!
ResponderEliminarMe ha encantado hermana. Juegas con las palabras que no veas. Ole tú vaya.
¡Un beso! ¡Otro más para la colección! :)
Lo mismo vale para tí que para el Toni: si no existiérais habría que inventaros. Seguiré tu blog Rocío. Un beso!
ResponderEliminarRecuerdo ese personaje de Manolito Gafotas, "Jessica la ex-gorda".
ResponderEliminarYo como gorda sin fronteras (ya lo sabes tu bién xD) me he sentido identificada, casi compartimos terapia y nos hubiesemos conocido antes en el mundo gordo...
ResponderEliminarEso sí, el niño pokemon y yo en mi infancia eramos los niños más dificiles de secuestrar... te lo digo yo que lo he vivido jajajaja
Noe, acabo de ver tu comentario. jajajajajajajajaja
ResponderEliminarel niño pokemon es una risa. larga vida a él y su hermana!