Si algún día podremos.
Somos esclavos de un sistema
estudiado milimétricamente para parecer A, mientras seguimos siendo B. La libertad de expresión (por ejemplo) es una
máscara de lo que de verdad tenemos: la dictadura de la propiedad. Lo mío es
mío. Y lo nuestro (de todos) es nada. Trabajamos para tener, no para ser
independientes. Bolsos, coches, joyas,
ipads. Estamos cogidos con cadenas, y aunque parezca que andamos solos,
seguimos atados. Al dinero, y a comprar sin pensar. Las normas defienden a las
pertenencias, las protegen. Castigan a los hombres y los relegan a los
olvidados de las leyes. No somos iguales ante los tribunales porque unos tienen
mucho, y otros, sencillamente, no tienen.
Solo los libros nos harán libres. Si algún día podremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario