miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cosas de pueblo.



Mi pueblo mola. Supongo que como todos los pueblos. Los de ciudades grandes y del puterío, vamos contando las horas para el retiro espiritual. A veces más que tranquilidad se respira drogodependencia a la calle y al baile, pero por lo menos no cal coger el metro, catorce autobuses y meterte una pateada de romper botas para el cigarro fin de fiestas y cama caliente.

Tiene sus ventajas, si te entra un apretón y estás en un bar, antes de que tu prima se acabe su Cruzcampo, has ido a tu morada, has procedido a descargar y santas pascuas de vuelta. Y yo, que soy de las que se desmayan con facilidad, cualquier buena alma está capacitada para llevarme a casa (todo el mundo sabe dónde está). La originalidad es fácil para los foráneos, todo detalle llama la atención. A veces son copypaste unos de otros. La moda del rizo, ni un pelo liso. La moda de la raya hasta Cuenca, los ojos como la Juani. La moda del “Bar Paulino”, el resto de tapeos ni se contemplan. La música es malísima, pero es propia para festejo y risas. Los libros solo se utilizan para azuzar la candela y planchar cromos. La familiaridad es todo un gusto, hasta en la casa de tu enemigo (que se hacen más) te sientes a gusto. Qué coño, es tu pueblo.

Los poblados, cuanto más pequeños más auténticos. Los coches se paran para que pasen las cabras. Y los cabreros hacen programas de radio definiendo “cabrero” y “pastor”. Siempre he dicho que en este, curiosidades hay mil. Para empezar tras los tradicionales “tú de quién ere' ?” las respuestas, es decir, los motes son singulares y en mi opinión muy risas. Y cuidado tienes que tener con lo que haces, que te cae uno de fijo. Muchos años llevo yo aquí, y poco me han dicho. Alguno estará ya al llegar. La figura del alcalde/esa es mi favorita, una política tan cercana que si no estás de acuerdo con el lugar de los contenedores, las luces de la calle o el horario de ruido te plantas en su casa y le pones firme y te cagas en él. En este, los politiqueos se toman a pecho. Curioso es que comunistas voten al PP en las generales, porque antes que el PSOE, que vuelva la canción de Macaco y las manos levantás. Me dijeron ayer, que hay familias enfrentadas por cuestiones de Izquierda Unida y PSOE. Fíjate.

Lo malo es la falta de intimidad que te acorrala por todos los lados. Mi terraza da a un callejón, mi madre tiende ahí mis bragas y sujes, por consiguiente si quieres información sobre mis gustos de Woman secret, no hace falta llevarme al huerto, sino darte un garbeo por “El callejón de la Niña Elena”. Qué chungo que sepan mi talla de sujetador sin repasarme ni siquiera. Cotillear y “corre ve y dile” es la ciencia y oficio. Te propones llevar en secreto una noche de lujuria, y antes de encontrar tus bragas y encender el cigarro de después, ya te llama el gentío para peguntar por tu experiencia de coito. Y bueno, lo más guay de todo es la probabilidad de sexo que se acuña, o son tus primos o tienen novia. Ambos yonfos (lógicamente). Liarte con alguien, implica pelarte con medio pueblo, porque medio pueblo se ha liado con él antes. Y la exclusividad de rabo, se lleva muy a pecho.

Cosas de pueblos...


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